El detector de CO2 o de monóxido de carbono permiten detectar los niveles de monóxido de carbono en una casa, edificio o garaje y alerta cuando los niveles son demasiado altos. El uso más generalizado de los detectores de monóxido es en garajes dado la concentración de dicho gas en estos recintos.
En España, y según la normativa española UNE 100166:2004 que aplica a la ventilación de aparcamientos, se instalará un detector de monóxido de carbono cada 200 m2. La altura óptima de instalación de los detectores de monóxido es entre 1,5 y 2 metros del suelo, en paredes o columnas. En los aparcamientos subterráneos deben protegerse los pasillos de circulación de vehículos.